viernes, 19 de diciembre de 2008

Los nadies



La sombra de los nadies, los nadies y sus sombras. Una imagen vale más que mil palabras, y una palabra vale más que mil caricias. Todos y todo tenemos un precio, a veces lo elegimos nosotros, muchas otras nos lo asignan indiscriminadamente, y aún así, no está considerado delito el violar almas.
Se me esquivan los sentidos y con frecuencia me fallan las rodillas cuando las tuyas no caminan al lado de las mías. Se revolvieron los sueños con la realidad, y que difícil, y estridente, y punzante, y mezquino, es despertar con tu pesadilla y llorar. Llorar como nunca, como siempre. O seguir las instrucciones de Rayuela para hacerlo, el guión del llanto, el camino marcado de las lágrimas, toda esa saliva coagulada en la garganta después del sueño fingido. Toda esa rabia gratuita, injusta, caprichosa, indigna, porque… ¿se necesitan razones para la rabia? ¿O cada uno es libre de elegir a las madres de las personas a las que quiere maldecir? Y acaso, ¿soy libre yo de intentar que me comprendas? Comprender a una persona es como leer un libro anónimo, igual de irresistible. Como la suave piel de tu cuello.

2 comentarios:

Bufón dijo...

[...]igual de irresistible. Como la suave piel de tu cuello.

o las nubes de tu pelo

Ana dijo...

cucú estic açí (: